Add parallel Print Page Options

Venid, adorémoslo de rodillas,
postrémonos ante el Señor que nos hizo,
porque él es nuestro Dios
y nosotros el pueblo que apacienta,
el rebaño que él guía.
¡Ojalá escuchéis hoy su voz!
“No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como en el desierto el día de Masá,

Read full chapter